Evaluación funcional:

Antes de cualquier tratamiento, debe realizarse una evaluación detallada. Esto incluye el análisis de la postura, la marcha y el equilibrio, además de la función de las articulaciones, las pruebas musculares y el control del dolor. Es a través de esta evaluación que podemos entender los mecanismos de compensación y las sobrecargas resultantes de la presencia de un hallux limitus funcional uni- o bilateral. Los osteópatas también nos han hecho conscientes de la posibilidad de una obstrucción en la unión dorsolumbar que se observa con frecuencia en el contexto del HLF. La gestión se basa en estas diferentes observaciones a las que añadiremos la anamnesis deportiva y socioprofesional así como posibles antecedentes médicos y quirúrgicos.

El tratamiento se centrará entonces en un enfoque local del problema y también en el plano general mediante un reequilibrio global destinado a resincronizar el conjunto y restablecer un buen equilibrio. Para que el tratamiento tenga éxito, es obviamente necesario motivar al paciente para que practique estos ejercicios por sí mismo entre sesiones y proporcionarle un programa detallado que facilite su propio cuidado.

Tratamiento local:

Una vez realizado el diagnóstico de límite funcional del hallux, el deslizamiento del tendón del flexor largo del hallux debe liberarse mediante la llamada maniobra del cable de vacío, que consiste primero en la movilización del subtalar y luego en ejercicios de estiramiento selectivo del tendón del flexor largo del dedo gordo. Estos ejercicios de estiramiento pueden practicarse con la rodilla estirada en posición supina pero también con la rodilla doblada usando el propio peso corporal en posición ventral para ejercer una dorsiflexión del tobillo y al mismo tiempo empujar el dedo del pie hacia atrás en extensión del MP1. A continuación, se le indicará al paciente que haga sus propios ejercicios de estiramiento presionando el antepié contra una pared y ejerciendo simultáneamente una flexión de rodilla para tensar el largo flexor del hallux. Se debe tener cuidado de evitar los movimientos de pronación o supinación durante estas posturas de estiramiento.

El pie también debe ser examinado en su conjunto y en particular en la trayectoria del músculo flexor largo del hallux en relación con los sesamoides. A menudo se asocia con una deformación que comienza en el hallux valgus o una subluxación de los sesamoides. Por lo tanto, es aconsejable reenfocar la correa del sesamoide mediante ejercicios de enganche manual o con ganchos adecuados. Con frecuencia, también se observa cierto dolor en el medio del pie debido a la sobrecarga de las tensiones ejercidas en particular en el primer radio. La movilización del Lisfranc o del Chopart puede ser útil para devolver la movilidad a todo el pie.

El tobillo merece una atención especial: de hecho, el efecto de tenodesis en el flexor largo del hallux empuja el astrágalo hacia adelante en la subluxación anterolateral. El reajuste detrás del astrágalo es beneficioso y puede consolidarse combinando ejercicios de estiramiento del tríceps sural.

A nivel propioceptivo y muscular, se observa con frecuencia la atrofia de los músculos cortos del pie y la hipertonía de los flexores largos, así como de los músculos peroneos laterales largos. Para contrarrestar esta tendencia, se deben ofrecer ejercicios de fortalecimiento muscular, particularmente en los flexores cortos, y se deben fomentar los ejercicios de "imitación" de los pies. El uso de ayudas como pequeñas esteras de espuma suele ser beneficioso para fortalecer los músculos y mejorar el control propioceptivo en los sistemas unipodales.

Se pueden dar algunos consejos sobre el calzado con el objetivo particular de evitar malas actitudes (varus calcaneus por ejemplo) y animar a los pacientes a caminar descalzos y evitar el uso de chanclas, cascos o colmillos en todos los casos.

Cuidado general:

El límite funcional del hallux lleva a la desincronización y a un cambio de actitud postural, en particular por una proyección hacia adelante en la parte superior del cuerpo, una acentuación de la lordosis lumbar y el momento de flexión de la cadera y la rodilla. La inclinación anterior de la pelvis pone en cortocircuito la acción del glúteo medio, que se refiere al músculo piriforme que a menudo se acorta y contrae por solicitaciones excesivas e inadecuadas. La gestión global combina el reequilibrio muscular mediante ejercicios de estiramiento selectivo en las estructuras más cortas y, al mismo tiempo, el ablandamiento capsular de las articulaciones (la cadera en particular) que tienen una función restringida. El movimiento de ciertos músculos y articulaciones está perturbado. Por ejemplo, el peroneotibial superior suele estar anquilosado y el músculo poplíteo suele contraerse por fatiga debido a mecanismos de compensación.

Durante las primeras sesiones, se aconseja orientar el tratamiento privilegiando la estática del pie y la lumbo-pélvica. El refuerzo del equilibrio dinámico se logra mediante ciertas sesiones de entrenamiento como caminar hacia atrás, dar zancadas, etc.

Evaluación del progreso:

En general, es necesario esperar unas 6 sesiones para notar una mejora tangible de la sintomatología dolorosa dondequiera que se encuentre en el miembro inferior o en la columna vertebral. Si la obstrucción del deslizamiento del tendón persiste, se deben analizar las capacidades de recuperación antes de remitir al paciente al cirujano si es necesario. Además del tratamiento, la adaptación de los estribos calcáneos puede servir de apoyo al tratamiento de fisioterapia. Lo mismo se aplica a la osteopatía, que puede ser complementaria.