El esguince de tobillo

El esguince de tobillo se produce generalmente en inversión, con una lesión del ligamento externo que afecta el haz anterior y sólo en los esguinces graves se produce el haz fibulo-calcáneo medio, que une las regiones tibio-tarsiana y subtalar. El mecanismo del esguince se ve favorecido por el ataque del paso en la parte externa del talón, por lo tanto, en supinación. El HLF es responsable de esto ya que el ciclo de marcha se desplaza en rotación lo que lleva a una pronación exagerada y prolongada durante la propulsión; el desplazamiento continúa después por un efecto de barrido en la fase de oscilación seguido de una supinación exagerada en el ataque del talón en el suelo. Otro factor favorable causado por el HLF es el bloqueo del varus subtalar por la cuerda del tendón del FHL (Flexor Hallucis Longus). Así, la articulación pierde su capacidad de ajuste en varus-valgus, lo que es particularmente útil en terreno irregular o al aterrizar un salto. Es imperativo tener en cuenta esta predisposición a los esguinces y tratar de corregirla durante la rehabilitación liberando el subtalar y el deslizamiento del FHL.

Cuando los esguinces se repiten o se desarrolla una inestabilidad a pesar de un tratamiento conservador bien llevado a cabo, se puede sugerir la tenólisis del FHL para estabilizar el tobillo. Esta medida mínimamente invasiva suele ser más eficaz que la plastia de ligamentos porque libera al mismo tiempo el subtalar y atenúa la actitud supina al recibir el pie en el suelo resincronizando los momentos de paso entre la rotación interna y externa y viceversa.